Quantcast
Channel: Animal Planet » mitologia
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

La desarrollada sensorialidad del narval

$
0
0
Poseen un inmenso colmillo que se asemeja a un cuerpo que mide dos metros y pesa hasta diez kilogramos.

©Glenn Williams/Wikimedia Commons

Por María Victoria Taborelli.

Los unicornios existen, pero no son caballos blancos, mágicos y con cuernos, sino ballenas grises con un colmillo tan largo como una espada. Nos referimos a los narvales (Monodon monoceros), cetáceos de tamaño mediano -llegan a medir cuatro metros y medio y a pesar 1600 kilogramos- que habitan en las aguas frías del mar Ártico y del norte del océano Atlántico.

Los machos poseen una característica única que los convierte en uno de los animales más curiosos del planeta: un diente canino izquierdo, retorcido de manera helicoidal que atraviesa el labio superior, que mide aproximadamente dos metros de largo y pesa diez kilogramos. Si bien esta particularidad es casi exclusivamente propia de los machos, algunas hembras cuentan con un par de colmillos que alcanzan hasta los 30 centímetros de longitud.

Esta extraordinaria especie -que por su parecido con el animal mitológico es llamada ballena unicornio- sigue siendo en muchos aspectos un misterio para los científicos, dado que rara vez se la puede localizar. Por esta razón, a lo largo de la historia, han surgido diferentes hipótesis, con escasa evidencia que pudieran justificarlas, que intentaron dar explicaciones sobre su excepcional diente -se pensó, por ejemplo, que les sirve para picar hielo o como sonda acústica-.

Para contrarrestar esta situación de desconcierto, el doctor Martin Nweeia de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Harvard, EE.UU, junto a su equipo de investigación, llevó adelante un estudio con el fin de descubrir la función biológica del misterioso “cuerno” del narval.

Sus hallazgos fueron sorprendentes: gracias a la sensibilidad de su desarrollada pieza dental, los narvales son capaces de percibir los cambios en el entorno y también ubicar a otros ejemplares y fuentes de comida.

Jidanchaomian/Creative Commons

©Jidanchaomian/Creative Commons

En primer lugar, detectaron que la capa externa del colmillo es porosa y que en el interior de la dentina se hallan pequeños tubos microscópicos que canalizan hacia el centro. Además, pudieron determinar que allí se encuentra la pulpa que contiene terminaciones nerviosas que se conectan con el cerebro del narval.

Luego, comprobaron que la membrana del diente es permeable y extremadamente sensible a las alteraciones de su ambiente, ya que lo expusieron a diferentes niveles de sal y notaron que había un cambio en su frecuencia cardíaca.

El doctor Nweeia, quien está muy entusiasmado por estos hallazgos, afirmó que: “Sólo estamos mirando un marco de tiempo en la historia evolutiva.
No sabemos si se trata de un órgano sensorial que está adquiriendo más funciones o de una función sensorial que está perdiendo parte de su capacidad”. El especialista agregó que: “Es un rompecabezas incompleto y, básicamente, hemos añadido algunas piezas importantes”.

Los narvales conforman manadas de dos a diez individuos, pero en algunas ocasiones -como por ejemplo durante el verano- se reúnen en numerosos grupos de hasta mil ejemplares. Los especialistas creen que para comunicarse entre ellos emiten una amplia gama de sonidos y que incluso pueden modular sus vocalizaciones para reconocerse y ubicarse cuando algún ejemplar se aleja del grupo.

Se alimentan de peces y crustáceos que consiguen luego de sumergirse en las profundidades -pueden bucear a 800 metros debajo de la superficie del agua- en lapsos que duran hasta 30 minutos. Lo hacen principalmente durante el invierno y muy poco durante el verano, cuando las aguas se hallan desprovistas de hielo.

Según las últimas estadísticas, se estima que existen 75 000 ejemplares en todo el mundo, pero se observa que, en algunos grupos, su población ha ido disminuyendo. Por esta razón, se encuentra como una especie “casi amenazada” en la Lista Roja de la UICN, a pesar de que no existe certeza sobre la cifra de narvales que habitan en los océanos del norte.

Dado que desde la antigüedad ha sido cazado, particularmente por el pueblo inuit, esta actividad constituye una de sus principales amenazas. Por estos motivos, en la actualidad, diferentes países han puesto en marcha una legislación para regular e, incluso, prohibir su caza y comercialización.

Las frías profundidades del océano nos separan de los fantásticos narvales, pero el trabajo de los científicos nos permite acercarnos un poco a ellos y, al menos, conocer sus asombrosas particularidades.

¿Te ha impactado la sensorialidad del colmillo del narval?


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Latest Images

Trending Articles





Latest Images